Mansión encantada Van der Brouillard

Nuestros héroes se despiertan poco a poco. El silencio es el amo de la noche. Lo primero que ven es la mansión Van der Brouillard. "Está igual que siempre", piensan. Las únicas fuentes de luz son la luna, que ahora tiene un tono rojo, y la habitación superior de la mansión, que tiene las luces encendidas.
De repente, un ruido rompe el silencio. La puerta de la entrada se abre poco a poco, provocando un chirrido que atrae la atención de todos. De ella sale un hombre bajo. Su piel es pálida, no tiene pelo y anda poco a poco. Es muy misterioso, a primera vista. Se acerca a nuestros héroes con cautela y les observa de arriba a abajo. Luego, empieza a hablar medio susurrando con una voz tétrica y seca.



Karys: Bienvenidos, señoritos. Soy Karys, el mayordomo de la familia Van der Brouillard. Llevo más de 300 años de servicio y tengo una lealtad total a esta familia. El amo Van der Brouillard quiere que les ponga el primer reto. Para ello, tomad.

Karys se saca del bolsillo un puñado de llaves iguales. Podéis ver que los dedos del mayordomo están secos, como su piel. Las llaves son curiosas, tienen una rosa roja grabada.

Karys entrega una llave a cada héroe y sigue.

Con estas llaves podéis entrar en la mansión. Cada uno empezará en un sitio y deberá luchar contra mi para continuar en otra habitación. Una vez que me hayas vencido, os tocará pelear contra otros miembros de la familia, que son más poderosos que yo.
Si me permitís, os acompañaré a vuestra estancia. Buena suerte.
De la nada, aparecen muchos murciélagos que vuelan hacia nuestros héroes. Karys indica que no les hagáis daño. Cada murciélago se sitúa delante de cada participante y empieza a volar hacia la mansión. ¡Los murciélagos son guías!